Llega el momento de ir diciendo que Halloween
es una basura con sus calabazas vivientes y que aquí somos de Tosantos,
con sus cochinos de chaqueta (y no me refiero a los políticos). Bien,
me declaro en rebeldía. España y en especial Andalucía están hechas de
un popurrí de culturas engarzadas. No me siento más andaluz por renegar
de una fiesta que hemos importado.
A
lo largo de la historia hemos copiado y hemos exportado. Para bien o
para mal. Me hace gracia los que dicen que son de Tosantos y no han
decorado un puesto en su vida. Aunque también tiene su encanto sus
castañas y sus plazas engalanadas.
Con
respecto a Halloween, me da igual que sea una americanada, aunque
habría que pasarse por la biblioteca para descubrir, de dónde viene este
tinglao, recordando que España, en parte, también fue celta.
¿
No es mejor quedarse con las dos? Ver esas caras de los niños de
felicidad y susto a la vez, esas madres vestidas de bruja (a agubas sólo
les hace falta el gorro) haciendo el candado. Y esos padres teniendo
que disculparse al vecino "perdiendo piha son cosas de críos, ya no te
toca más el timbre".
De
todo esto saco dos cosas, que hay que saber divertirse respeando a todo
el mundo y que disfrazarnos es lo que más nos gusta, sea febrero,
octubre o abril... ¡Que la fiesta nacional es el Carnaval!
Por cierto, si tan poco nos gusta las americanadas a los andaluces, vamos a mirar más a Morón y Rota que ahí sí que nos dan calabazas...
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