Hacienda y Carnaval, una relación incómoda

Me llegan ecos, que no rumores, de una investigación que se está llevando a cabo, por parte de Hacienda, a una determinada agrupación carnavalesca. Este grupo ya tiene conocimiento de ello y pone de manifiesto la negativa tajante del ministerio a ceder el más mínimo espacio a la economía sumergida. En la época de los 80, cuando proliferaron los denominados 'contratos' en el mundo de las comparsas, ya se hablan de este tipo de investigaciones: "Que engañamos al fisco y robamos a haciendo" (Cargaores Gaditanos, 1986)

Lo cierto es que estas relaciones empresariales tienen siempre su miga, ya que se tratan de agrupaciones de carnaval digamos que amateur y no de empresas. Aunque bien es cierto que muchos fluctúan como tal y hacen importantes cajas a lo largo de todo el año. Esto abre una puerta que va más allá de la anécdota que se esperemos que se quede en eso, por qué no empezamos a hablar de la PROFESIONALIZACIÓN del Carnaval. 

Alrededor de una agrupación, de las punteras, están los artesanos, maquilladoras, costureras... un tejido empresarial que se factura para evitar problemas (aunque en más de una ocasión se han dado) y que deben seguir así, ya que dan trabajo. Pensemos lo que se ganaría si todo pasara por caja, se daría trabajo al menos y la gente se tomaría el Carnaval de una manera más seria, buscándose las perras. Eso sí, para la esencia del Carnaval, que nadie se eche las manos a la cabeza, ya estaría la calle (como ahora)