miércoles, 14 de diciembre de 2011

La Mar de Barbate

La cultura de un pueblo va asociada a sus raíces, a sus vivencias, a sus costumbres, a su idiosincrasia particular, a sus gentes... y en este caso a su 'modus vivendi'. Un pueblo que siempre ha mirado al mar, debe seguir mirando al mar. Nadie puede negar el pasado barbateño con tanta historia como la humanidad casi. Desde los primeros restos prehistóricos que se han encontrado  en la zona, apuntan a que la pesca fue una de las formas de vida de sus pobladores. 

El río Barbate, en primera instancia, no sólo como elemento conductor, sino también como lugar donde encontrar el 'maná'. Por su puesto su costa y sus restos dan muestra de lo que suponía la vigilancia constante hacia el continente africano y sus piratas y, por supuesto, a los barcos del pueblo. La almadraba supuso uno de las grandes recursos para el pueblo desde época romana, Al Andalus le daba su nombre y durante el Medievo, los privilegios. 

Nuevamente el mar, la mar. Cuando desde las cuestas de La Motilla o Miramar se divisaban los barcos y las mujeres iban corriendo al puerto a ver a sus maridos que arribaban a puerto. La Lonja Vieja (que ahora está nueva) vio por zarpar por última vez a aquel Joven Alonso y sus tripulantes que tristemente desaparecieron, al igual que ocurriera no hace mucho en el nuevo puerto de La Albufera (que ahora está viejo), con el Nuevo Pepita Aurora.

 Barbate sin el mar, o mejor, sin la má, no es nadie. Los tiempos cambian y nada es igual, parece que nadie quiere embarcarse y que cuesta más el combustible y el mantenimiento que los que se pesca. Al parecer el mar ya no hace falta. ¿Cómo es posible que más de 2.000 años de historia se pueda hundir en el mar? 

Cuando algunos pescadores se planteaban protestar por el incumplimiento en el pago de las subvenciones por 'ir al desguace', la Eurocámara vota en contra de prorrogar el Convenio de Pesca con Marruecos. Otro jarro de agua fría para una localidad donde casi el 90 por ciento de su flota tiene licencia para faenar en aguas alauitas. 

Barbate no levanta cabeza. La realidad, más allá de las palabras, es que no son pocas las personas que tiene que acudir a Cáritas o al Banco de Alimentos para lograr algo que llevarse a la boca... ¿la culpa?, como siempre, no la sabemos. Algunos hablan, desde hace muchísimo tiempo, de una 'mano negra'. Esto, de ser verdad, ya no es una mano, es un brazo entero. Barbate necesita del mar y, por supuesto, de más cosas. ¿Cuánto tenemos que pagar los barbateños para que esto acabe? ¿hasta cuándo? y lo que es peor ¿por qué? ¿qué hemos hecho? ¿qué ha hecho una generación y otra de barbateños para que tengamos que sufrir un día tras otro estas malas noticias? 

Algunos dicen que fue por el rechazo a última hora de la famoso caso Puerto de la Plata  y otros que se prolongan por el rechazo frontal a las eólicas marinas... ¿quién sabe? La historia es quien no miente y nos cuenta que si este pueblo sobrevivió, que si este pueblo se levantó y que si este pueblo llegó a ser lo que fue, fue gracias a sus gentes. Barbate, ahora más que nunca, necesita de sus barbateños. De los que miran el bien común y no intereses personal y/o partidistas, de los que miran al vecino, con los mismos ojos que a un hermano, de los que son capaces de sacar a flote el mayor armada de hombres y mujeres que un pueblo jamás pueda tener. Es el momento de las grandes decisiones, caiga quien caiga. Ha llegado el momento...

1 comentario:

  1. Luismi al barbateño siempre le ha costado pelear por lo suyo, hemos sido conformistas. 2.000 años de vivencias en la mar, bajo el amparo de la Virgen, con las manos llenas de escamas, encayadas, con barba de 5 días, de temporales, de bandazos, de miserias y prosperidad. 2.000 años esperando la jarampa, la partija, el 18 de Julio (más actual y mejor que la paga extra), el ahorro para los reyes, para la ropa de la feria, etc. 2000 años de alegrías y tristezas bien vale una lucha. Barcos tercermundistas (ahora hay muchos nuevos), chantajeados por un desguace, chantajeados por 150.000 ptas (y to er mundo contento), todo esto con un pueblo que no ha sabido luchar por lo suyo. Obviamente ningún padre quería ver a su hijo embarcao, pero todas las familias han salido para delante...una tradición en desuso, descuidada y de poco interés incluso para el barbateño. Me pregunto yo: ¿que pasaría si al gallego le quitan su marisqueo? También una tradición milenaria, cargada de miserias y abundancias (como la nuestra), pero sobre todo han sabido mantener un sustento y una tradición...y no hay quien se la toque.
    Aquí no hemos sabido luchar por lo nuestro, sin un convenio en condiciones, explotados y utilizados. Si en el campo llueve tienen el seguro agrario, si en el mar hay levante...como mucho las antiguas 20.000 ptas y luego te la desquitaban de la venta...
    He comido de esto, pero te aseguro que viendo las penurias que ha pasado mi padre, siento más pena por romanticismo que por economía para el pueblo...desgraciadamente no hemos sabido evolucionar.

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